A Shakira ya le han hecho la gran pregunta. No hubo «sí, quiero». «Me pidieron matrimonio hace 10 años, pero ya se rindieron y no siguen insistiendo». La cantante zanja en la revista Dominical del próximo día 31 un chup-chup que se cuece desde hace años en el mundo del colorín: las idas y venidas de rumores de boda con Antonio de la Rúa, con el que comparte flases desde hace, precisamente, 10 años. «Sé que voy a decir algo muy cursi: yo estoy casada con mi público». La voz del Waka waka echa balones fuera con una carcajada. «No sé, creo que hay algo romántico con eso de ser la novia eterna».
La novia eterna -con permiso de Julia Roberts- y sus eternos golpes de cadera son la imagen de portada de Dominical, que estrena nuevo diseño este domingo. «Siento algo parecido a un renacimiento en mi vida», confiesa la colombiana. «Florecimiento» creativo, espiritual y emocional, añade. Eso quiere decir que lo mismo canta el himno del Mundial en el programa de mayor audiencia de EEUU que da la cara por los inmigrantes de Arizona ante Barack Obama en persona. Ella sonríe más, dice, aunque no se le ha olvidado la multa que dejó pendiente en Barcelona (este verano se dejó fotografiar en moto y sin casco). La cantante asegura que está dispuesta a pagarla. Cuando le llegue.
A punto de cumplir 34 años, Shakira estrena álbum: Sale el sol. «Lo más honesto», asegura, que ha hecho en mucho tiempo. Su cantada honestidad incluye una balada dedicada a la persona a la que más ha querido en la vida. Sin banda sonora, a la colombiana le sale el complejo de Edipo. Cierra los ojos y respira hondo antes de hablar . «La respuesta a esa pregunta se debate entre Antonio y mi papá, y ya sé que suena profundamente edípico, pero cuando miro a los ojitos de mi padre le digo: Papá, creo que tú todavía eres number one».
ADICCIONES // Segunda honestidad cantada: Addicted to you. Shakira confiesa el vicio que siente por unos ojos marrones y una cara de niño. Cuando Dominical le pregunta a quién es adicta ahora, ella vuelve a las respuestas retóricas: «Al chocolate, a la buena comida, a la música, a la Cola light». Pero la colombiana termina claudicando: «Claro, estoy todavía en mi relación de pareja. Llevamos ya 10 años y seguimos juntos». Punto y aparte al runrún veraniego que especuló con una presunta relación de Shakira con el defensa del Barça Gerard Piqué tras airearse unas fotos en Eivissa.
La cantante también se defiende en Dominical de las críticas a sus constantes cambios de registro (la niña Shakira era morena, rockera y de cara redonda). «No podemos permanecer estáticos, como si fuéramos fotografías», reivindica. Aunque aún mantiene su vena rockera en su iPod. Ni rastro de temas propios. «En mi iPod no hay canciones de Shakira. No soy de las que se pasan el tiempo escuchando su música».
La novia eterna -con permiso de Julia Roberts- y sus eternos golpes de cadera son la imagen de portada de Dominical, que estrena nuevo diseño este domingo. «Siento algo parecido a un renacimiento en mi vida», confiesa la colombiana. «Florecimiento» creativo, espiritual y emocional, añade. Eso quiere decir que lo mismo canta el himno del Mundial en el programa de mayor audiencia de EEUU que da la cara por los inmigrantes de Arizona ante Barack Obama en persona. Ella sonríe más, dice, aunque no se le ha olvidado la multa que dejó pendiente en Barcelona (este verano se dejó fotografiar en moto y sin casco). La cantante asegura que está dispuesta a pagarla. Cuando le llegue.
A punto de cumplir 34 años, Shakira estrena álbum: Sale el sol. «Lo más honesto», asegura, que ha hecho en mucho tiempo. Su cantada honestidad incluye una balada dedicada a la persona a la que más ha querido en la vida. Sin banda sonora, a la colombiana le sale el complejo de Edipo. Cierra los ojos y respira hondo antes de hablar . «La respuesta a esa pregunta se debate entre Antonio y mi papá, y ya sé que suena profundamente edípico, pero cuando miro a los ojitos de mi padre le digo: Papá, creo que tú todavía eres number one».
ADICCIONES // Segunda honestidad cantada: Addicted to you. Shakira confiesa el vicio que siente por unos ojos marrones y una cara de niño. Cuando Dominical le pregunta a quién es adicta ahora, ella vuelve a las respuestas retóricas: «Al chocolate, a la buena comida, a la música, a la Cola light». Pero la colombiana termina claudicando: «Claro, estoy todavía en mi relación de pareja. Llevamos ya 10 años y seguimos juntos». Punto y aparte al runrún veraniego que especuló con una presunta relación de Shakira con el defensa del Barça Gerard Piqué tras airearse unas fotos en Eivissa.
La cantante también se defiende en Dominical de las críticas a sus constantes cambios de registro (la niña Shakira era morena, rockera y de cara redonda). «No podemos permanecer estáticos, como si fuéramos fotografías», reivindica. Aunque aún mantiene su vena rockera en su iPod. Ni rastro de temas propios. «En mi iPod no hay canciones de Shakira. No soy de las que se pasan el tiempo escuchando su música».
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