Entre un pasillo humano, Shakira avanzaba lentamente hasta el escenario vestida con una especie de traje de novia rosa. Sonaba Pienso en ti, de sus comienzos.
Subio al sobrio, diáfano y elegante escenario de gran pantalla gigante, de pronto se arrancó el vestido y apareció la Shakira salvaje. La Shakira loba ayer dejó con agujetas a 18.000 personas con un concierto a ratos rockero, a ratos electrónico pero sin duda electrizante, efectivo, sudoroso y algo conservador. Porque aunque la colombiana, de 33 años, se deje la piel en el escenario y deslumbre con su espectáculo, deja muy poco espacio a la improvisación.
En la primera parte, la de Barranquilla sonó rockera. Muy rockera. Vestida con un top dorado y unos ajustadísimos pantalones de cuero,impregnó de un sonido guitarrero casi todas sus canciones.Canciones como Te dejo Madrid, Inevitable o Suerte sonaron de un contundente inusitado. También gracias a una banda eminentemente rockera con tres guitarras. "Esta noche estoy aquí para complaceros", dijo: "Esta noche soy toda vuestra".
Subio al sobrio, diáfano y elegante escenario de gran pantalla gigante, de pronto se arrancó el vestido y apareció la Shakira salvaje. La Shakira loba ayer dejó con agujetas a 18.000 personas con un concierto a ratos rockero, a ratos electrónico pero sin duda electrizante, efectivo, sudoroso y algo conservador. Porque aunque la colombiana, de 33 años, se deje la piel en el escenario y deslumbre con su espectáculo, deja muy poco espacio a la improvisación.
En la primera parte, la de Barranquilla sonó rockera. Muy rockera. Vestida con un top dorado y unos ajustadísimos pantalones de cuero,impregnó de un sonido guitarrero casi todas sus canciones.Canciones como Te dejo Madrid, Inevitable o Suerte sonaron de un contundente inusitado. También gracias a una banda eminentemente rockera con tres guitarras. "Esta noche estoy aquí para complaceros", dijo: "Esta noche soy toda vuestra".
Shakira salta, mira, araña, seduce, baila, suda, se estira como un pantera, juega con el pie de micrófono, pone sus mejores cartas sobre el escenario...
Después, cambió de rumbo del concierto hacia una parte más electrónica: tras La Tortura sonó Gordita, de su nuevo disco Sale el Sol. No estaba allí el cantante de Calle 13, con el que hace el dúo. En su lugar, un rostro gigante en relieve surgió de la pantalla con la cara de René Residente. Para ese momento el Palacio de Deportes había pasado de ser un concierto de rock duro a una discoteca gigante donde hasta el atlético Kun Agüero, bailó Las De La Intuición, Loca y Loba.
La que será burbuja de cava (hoy mismo graba en Barcelona el anuncio que más veremos esta Navidad) sacó brillo a sus caderas con Ojos así.
Con todo el pabelló, saltando y bailando, el concierto acabó por todo lo alto con lluvia de confeti durante la interpretación del Waka Waka.
Sin duda, espectacular!
Pero todavía nos queda más, el dia 23 estará en Bilbao y el 24, en Barcelona y , sin duda, será igual o mejor!
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